Risotto. Risotto. Risotto. Hay que comer más risotto. Hacer más rissoto. Adoptarlo en la dieta básica de nuestras vidas y alabarlo. Oda al risotto.
Es que es tan rico y tan noble y tan sabroso y tan sencillo a la vez.
Para mi gusto tiene un solo problema y es que en la Argentina, al menos, el arroz Carnaroli es un bien de lujo y no se consigue en el chino de la vuelta ni en el almacén de la esquina. Pero confío en que esto se va a revertir!
Cuestión que aprovechando unos espléndidos hongos secos que generosamente me trajo Shevy de Alemania me dispuse a hacer mi risotto.
Hay algo muy importante que saber y es que el mito de que el risotto es una comida dificil es un total mentira. Hacer risotto es facil! Solo tiene dos secretos: un buen caldo y dejarlo reposar dos minutos en la olla antes de servirlo.
RECETA:
Hidratas los hongos secos (una taza aprox.) con agua caliente.
Hacer un caldo (de lo que quieran) y tenerlo hirviendo en una ollita al lado. (Yo hice caldo de verduras y le agregué el caldo que resultó de los hongos para quede con buen gusto a hongos)
Saltear una cebolla y unos ajitos en una olla con un poco de aceite de oliva o manteca (o ambos) hasta que esté transparente. Agregarle el arroz (un pocillo de café por persona) y revolverlo hasta que esté bien cubierto del aceite/manteca. A partir de acá, ir agregando el caldo a cucharones revolviendo hasta que vuelva a pedir líquido, una y otra vez hasta que el arroz esté a punto. Entonces el, para mi, paso fundamental: apagar el fuego, agregarle un poco de manteca (o crema) y queso rallado y dejarlo reposar unos minutitos, hasta que se convierta en una mezcla cremosa e irresistible.
Listo. A comer risotto se ha dicho!
PD: Jamie Oliver tiene 15 (15!!) recetas de risotto en su página.
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