Hubo una época laboral en la que pedíamos mucho comida a un lugar en Villa Urquiza que se llamaba Rotco.
Hacían unos sanguiches buenísimos en masa de pizza. Buenisimos. Y yo, fiel a mi estilo, los complicaba con sanguiches de ensalada que nunca llegaban a comprender en primeros intentos: frio? caliente? pero qué fiambre te pongo? ese es el sanguiche? si, si, sanguiche de ensalada!
En honor a esos pedidos, esta semana refloté la combinación más hitera de mis sanguiches.
El magnifico pan de pizza lo reemplacé con una Rapidita, que es lo que tenía en el freezer y siempre funcionan bien. Las meti unos minutitos en el horno con un poco de queso para que se derrita. Una vez afuera, le agregué hojas de lo que tenía (espinaca y/o rucula en este caso dependiendo el día de la semana), unas rodajitas de tomate, lonjas de zanahoria cortadas con el pelapapa y unos pedacitos de queso, en este caso Gouda, que tenía en el cajón de la heladera.
Notese que el elemento más importante y discordante es la zanahoria, que le da un dulzor y un ricor que son todo en esta combinación.
Acompañando, un regio jugo de naranjas.
Y todo frente a la compu, obvio.
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