Sigo con las mezclas inesperadas...
Hace ya casi un año, el número 3 de la revista Limonada (revista que me en-can-ta) proponía la batata como elemento central, y entre las distintas propuestas, unos muffins de batata que, por alguna razón, se quedaron grabados en mi cajón cerebral de recetas a probar. Y allá quedaron por bastante tiempo...
El asado familiar por los 123 años de Cortinez fue la excusa perfecta para desempolvarla y ponerla a prueba. Por las dudas también hice unos brownies extra amargos (Brunits + dos cucharas de cacao amargo), porque a mi papá le gusta el chocolate amargo, y por las dudas, porque sabía que no iban a fallar...
Entonces... la receta venía bastante incierta porque medía en tazas, y todo bien, pero ponerse a medir la cantidad de puré de batatas o la manteca en una taza es medio raro, así que fue todo medio a ojo regido por un "ponele...".
La combinación de sabores, a primera vista algo polémica, era batata + naranja + chocolate.
Pero en un rapto de rebeldía yo cambié la naranja por mandarina. Porque sí, porque es época, porque tenía, porque me gustan demasiado, y porque si andábamos con mezclas raras valía la pena jugarse.
La RECETA ORIGINAL decía:
1 y 1/4 taza de azúcar
1 y 1/4 de puré de batata
1/2 taza de manteca
2 huevos
1 1/2 taza de harina leudante
sal
ralladura de naranaja
chips de chocolate
MI VERSIÓN: Puré de 1 batata grande, 100 de manteca, la ralladura de 2 mandarinas y con dos barras de chocolate amargo picado porque no logro encontrar por ningún lado los chips de chocolate Aguila.
EL RESULTADO: Si bien en la textura, humedad y suavidad del muffin se nota, en el sabor la batata se siente poco y nada. La mandarina y los pedacitos de chocolate dominan por completo.
Pero tendrán su revancha... hasta obtener unos muffins con auténtico gusto a batata no paro!!
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