Entre los beneficios que más disfruto de estos calorcitos primaverales de otoño está sin dudas reencontrarme con el helado de crema con frambuesas. Combinación que rankea en los primeros puestos de postres preferidos cómodo...
Tengo la suerte, lo sé, de tener al alcance una fántástica plantación de berries y moras que da tantos frutos que permiten estockear bolsas congeladas para bastantes meses. Así que, cosechados por mis propias manos, estos frutos yacían exultantes en mi freezer. Un poco de helado, y listo... nada de complejidades, nada de adornos, nada. Así, recién sacados, que se vayan derritiendo mientras los como, que mantengan algunos ese crocor de la fruta congelada. Y vale servirse de nuevo...
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